Rafael Ruiz Balerdi nace en San Sebastián el 5 de mayo de 1934

Rafael Ruiz Balerdi

Rafael Ruiz Balerdi.

Pintor expresionista abstracto que empezó su carrera como pintor de retratos y como muralista (con Néstor Basterretxea) y técnico de OFF-SET en la imprenta Nerecan de Donostia.

Dentro del expresionismo abstracto es adscribible a una suerte de naturalismo, dado su gusto por mostrar elementos que recuerdan a los distintos estratos de la tierra. Y en contra de la mayoría de los pintores de su tendencia era un estupendo colorista, poseedor de una de las paletas cromáticas más irreductibles de toda la pintura vasca de la segunda mitad del siglo XX, sino la que más (parangonable a cualquier otra escuela mundial).

Otra de las facetas de “Balerdi” (pseudónimo con el que es conocido como artista) fue la de “cineasta”. En 1972 obtuvo el “Txistu de plata” del Festival de cortos de Bilbao, al mejor corto de animación por su “Homenaje a Tarzán. La cazadora inconsciente”. Su modo de realización fue dibujar con una mesa de montaje sobre viejas películas de Tarzán. Tardó más de medio año, empleando más de 6 horas diarias, para conseguir 10’ de película.

También diseño vidrieras (como las de la escalera de la Kutxa de la Calle Garibay de Donostia).

Entre sus murales más conocidos encontramos los de la Kutxa de la calle Arrasate, los de la Orquesta Sinfónica de Euskadi, y los de la Universidad Laboral de Tarragona (merced a que Basterretxea quiso compartir encargo con él).

Como dibujante descolló en el uso de las ceras sobre papel, con tramas abstractas, que fue su manera de recuperar el gusto por dibujar tras culminar el encargo de la cristalera para la calle Garibay. Su obra gráfica es escasa, pero singular.

También se le recuerda en su faceta de mecenas, apoyando la creación del Festival de Música de Vanguardia (que todavía subsiste), y a la bailarina Mentxu Medel para la creación de su primera escuela de danza (Mentxu se retiró como bailarina de Anexa, la primera compañía de Danza Contemporánea surgida en el estado español. Más concretamente en Donostia, por los Lainez).

El catálogo más importante de su obra fue firmado por Javier Viar (actual director del Museo de Bellas Artes de Bilbao): “El punto de vista infinito”, con apoyo de la Sala Rekalde de Bilbao, y el Koldo Mitxelena de Donostia-San Sebastián.

Se le recuerda como componente del Grupo Gaur de la Escuela Vasca.

A su muerte, en marzo de 1992, Chillida le dedicó una escultura para instalar en los Jardines del Palacio de Miramar de Donostia... y lo que fue su más impactante homenaje, el plantar 107 árboles de todas las especies autóctonas de Euskal Herria en el Monte Balerdi (en Navarra) por idea del escultor Gorriti.

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